Ola tras ola de celebraciones se extienden por todo el país en festividades que duran semanas
En innumerables escenarios en toda la República Democrática del Congo, decenas de miles se reúnen para conmemorar el bicentenario del nacimiento del Báb. Las artes florecen en celebraciones alegres caracterizadas por un espíritu edificante de compañerismo y armonía. Las familias abren sus hogares a vecinos y amigos, las comunidades dan la bienvenida a los jefes y ancianos de las aldeas, y muchos se reúnen en las ciudades para explorar las enseñanzas de la Fe y sus implicaciones para su sociedad.
Las presentaciones y conversaciones sobre temas espirituales profundos involucran a jóvenes y adultos por igual. Por ejemplo, en muchas escuelas comunitarias de inspiración bahá’í, los maestros involucran a los niños para que ocupen su lugar como protagonistas que contribuyen al bienestar de su comunidad. Entre los jóvenes, se está haciendo un gran esfuerzo, inspirado por los primeros héroes de la Fe, para servir a las aldeas y comunidades vecinas. Por ejemplo, para construir o renovar edificios para albergar las celebraciones del bicentenario. Este espíritu se difunde aún más a través de numerosos informes a los medios de comunicación sobre estas celebraciones a nivel nacional. A partir de esto, cada vez más personas en todo el país se inspiran para contribuir a la transformación material y espiritual de su sociedad.